Recuerdos atrapados

Es un album antiguo donde el logo de Konica se asoma sobre un fondo rojo.

Tomo las fotografias y siendo un nudo caracteristico atravesar mi garganta, son bellos recuerdos, son mis recuerdos que brotan como el pasto en una ladera montañosa y húmeda. Tantos meses huyendo de ellos hacen doloroso el reencuentro.

Los humanos a veces buscamos escapatorias que no durarán por siempre.

Es por eso que el encuentro entre mis recuerdos y yo es tan estrepitosamente doloroso y reconfortante.

Me detengo en una imagen en que mi felicidad es reconfortante al abrazar a mi padre en su cumpleaños, una fotografia que mi madre ha sacado. Hay dos tortas en la mesa, una grande y una pequeña, la pequeña es mía.

A pesar de que él este muerto, cuesta mucho acostumbrarse. Años no son suficientes.

Mi vida ha avanzado a pasos agigantadados desde que no esta, hay veces en que empiezo a recordarlo y todos las imagenes las entierro, en lo más profundo de mis entrañas.

Esas veces fueron cuando tenia pruebas, cuando tenia que seguir, no podia detenerme a mirar atras o mejor dicho, no podia detenerme a mirar hacia mi pecho que empezada a resquebrazarse en lágrimas.

Los humanos también somos tontos, y creemos que lo que estamos haciendo esta bien. Lo que uno entierra la tierra puede taparlo, pero tarde o temprano cualquier movimiento leve destapara la gran verdad, destapara lo que ni siquiera la tierra se puede llevar a su seno.

Las respuestas estan al frente y sin duda que nos cegamos con máximo esmero.

¿Porqué?

Cada uno tendra sus razones.

Ya no tengo razones, pero los viejos hábitos que con tanto esfuerzo se pusieron en marcha, cuesta abatirlos.

Es por eso que cuando miro la fotografia, mi pecho agrietado se empieza a abrir, en un lento crujido que hace ecos en lo más profundo de un ser asustadizo y necio.

Y las lágrimas vuelven por fin a caer. 

Y regreso nuevamente a mi, regreso a esa niña que llora desgarradoramente, la abrazo y yo tambien lloro...