La luna coronaba el cielo oscuro, escapando de las nubes.
Caminaba ensimismada, enterrando los pies en la humedad. Pensando en los problemas que me aquejan, pero deje la preocupación y me entregue al mar.
Deje de ser humana por ese segundo, y me entregue a ese mar oscuro, lleno de vida, lleno de magia, testigo de multidinarias historias desde tiempos inmemoriables.
El viento humedo acariciando, y destajandome el alma, como si le susurrara el pasar de los milenios.
Yo queriendo ser sabia, pero sintiendome una niña en comparación a una estrella.
Entendiendo que queria ser tu compañera, y disfrutar del presente, disfrutar de vivir a tu lago y contigo.
Y esperando en esta playa, con una luna entre nubes... tu abrazo.
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