Así... a media noche, no habia luces que pudieran demostrar cuantas sombras habian en el lugar.
Como si la ciudad hubiera sido acallada en mil chispazos desaparecidos.
y un tanto de rocio nocturno abarcada la piel expuesta al ambiente, el aliento a la par no se queja.
Un beso robado en el balcón, tampoco.
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