Corrió por los empedrados callejones, el aliento escapando de los pulmones. Las sombras de la noche bailaban al son de los gritos de los soldados mientras se aferraba a su medallón.
Cerro los ojos mientras se escondía entre las sombras, uno, dos, tres soldados pasaron gritando a su lado sin darse cuenta de su presencia
- Atrapen a la bruja
No entendía porque podía fundirse con la madre tierra, que había en especial en la maldición que poseía su ser, con 12 años los pensamientos bailaban en su mente sin parar. Había visto como mataban a su madre y como la golpeaban, ahí fue cuando todo el odio exploto y los privo a todos del aire en sus pulmones, el como hacerlo fue un misterio, sus manos se movieron y habló en una voz antigua, olvidada hace muchos años, el aire estaba en sus manos mientras veía a los soldados de un color morado, caer uno a uno.
- Es peligrosa. Mato a 10 soldados
Había visto tanta maldad en el reino, su madre siempre la protegio, de todo peligro, incluso de cuando quisieron tocarla. de aquellos ojos impregnados en lujuria, que por un minuto quiso arrancar con sus dedos, pues le provocaban nauseas.
Tanto dolor, quería hacer desaparecer todo. Su ser más amado habia sido, sido....
No pudo seguir por un sollozo se le escapo por la garganta
Algo extraño opaco su pecho, una presencia cercana, sentía como si la conociera.
- Ven... - una voz masculina hablo en su mente.
Por extraño que parezca, la confianza la inundó, camino saliendo de los margenes del pueblo hacia el bosque.
- ¿Qué quieres de mi? - le pregunto al extraño que estaba de pie al lado de un árbol
- Vengo a buscarte Lilth... - le respondió con mirada serena
Él sabia su nombre, y parecía que sabía mucho más de ella, de lo que ella misma sabía.
- ¿Puedo pedirte un favor antes?
Él la miro extrañado y asintió, mientras la jovencita se acercaba a él, tomando su túnica y apretándola entre sus manos, apoyo su cabeza en su pecho y en silencio lloró...